Una historia de amor, tragedia y misterio que ha dejado una impronta imborrable en el corazón de Villa del Parque en Buenos Aires.
Enclavada en el pintoresco barrio de Villa del Parque, específicamente en la calle Campana al 3200, se erige un imponente testimonio del pasado: "La Mansión de los Bichos".
Erigida cerca del año 1900 por el ingeniero Muñóz González, bajo la petición del próspero empresario italo-argentino, Rafael Giordano, esta majestuosa edificación de cinco pisos y un torreón con cúpula ha sido testigo de intrigas, leyendas y sucesos trágicos.
Originalmente bautizada así por las esculturas que adornaban su exterior, semejantes a gárgolas y representaciones de animales, la mansión ha vivido transformaciones a lo largo del tiempo.
Las ornamentaciones que dieron origen a su nombre fueron retiradas, pero la esencia de la denominación perdura en relatos locales.
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La leyenda que envuelve a "La Mansión de los Bichos" se remonta a un evento social de gran relevancia.
Cuenta la historia que en 1911, el empresario Giordano organizó una fastuosa fiesta para celebrar el matrimonio de su hija Lucía Giordano con el virtuoso violinista Ángel Lemos. El esplendor de la mansión iluminada aquella noche dejó una impresión imborrable en la memoria de los vecinos.
La trama toma un giro sombrío cuando, al concluir la celebración, una lluvia intensa inundó las calles.
Con el automóvil nupcial esperando al otro lado de las vías del tren, la pareja recién casada optó por una carroza tirada por caballos para evitar las aguas.
En medio de la oscuridad, sin visibilidad del tendido eléctrico y ajena a la proximidad de un tren de carga, la tragedia se desató. La carroza fue embestida, y la pareja, Lucía y Ángel, pereció instantáneamente.
El impacto devastador dejó marcado el destino de "La Mansión de los Bichos".
El dolor del padre de Lucía, testigo a la distancia de la tragedia, lo sumió en la desolación.
En un gesto de profundo pesar, cerró las puertas de la mansión de manera definitiva y regresó a su Italia natal, dejando el imponente palacete deshabitado y envuelto en misterio.
Los años transcurrieron, y la mansión, silente testigo del pasado, adquirió fama por relatos de avistamientos espectrales.
Testigos nocturnos aseguraban ver las figuras etéreas de Lucía y Ángel paseando junto a las vías del tren.
Además, desde el interior de la mansión cerrada resonaban notas musicales y ecos de un baile fantasmal. La presencia de los fallecidos se hacía sentir, incluso en el más allá.
En la década de los 90, la historia de "La Mansión de los Bichos" dio un nuevo giro.
La mansión fue reabierta y experimentó diversas funciones a lo largo de los años. Desde albergar una casa de té hasta convertirse en un salón de bailes, e incluso incorporar un spa, el imponente edificio encontró un renacimiento de actividad, aunque su pasado persiste en los susurros de las paredes.
En la actualidad, "La Mansión de los Bichos" sigue en pie, cargada de historias entrelazadas de amor, tragedia y renacimiento.
Sus paredes, impregnadas de secretos y misterios, siguen resonando con el eco del pasado, invitando a los curiosos a sumergirse en la fascinante travesía de un lugar donde el tiempo parece detenerse.
