Por ahora, el Cortijo Jurado persiste como uno de los rincones más embrujados e intrigantes del paisajismo malagueño, desafiando con su imponente silueta deteriorada al implacable discurrir de las eras.
Las ruinas del imponente Cortijo Jurado se alzan solitarias en una colina de Campanillas, un tranquilo barrio en las afueras de Málaga.
A simple vista, parece una vieja casona decimonónica más entre las numerosas haciendas que pueblan la provincia. Pero tras sus muros carcomidos por el tiempo se esconden oscuros secretos que han dado pie a escalofriantes leyendas sobre desapariciones, rituales satánicos y fenómenos paranormales.
Se desconoce la fecha exacta de construcción de esta enigmática finca, pero se estima que data de entre 1830 y 1840. Sus primeros propietarios fueron los acaudalados terratenientes de la familia Heredia, llegados desde La Rioja y que amasaron una gran fortuna en Málaga gracias al comercio vitivinícola.
Los Heredia residieron en el Cortijo Jurado durante varias décadas hasta verse forzados a venderlo en 1925 debido a graves apuros económicos. Fue entonces adquirido por los Larios, otra distinguida estirpe local con la que los Heredia mantenían una estrecha relación tanto personal como empresarial.
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A partir de aquí, el caserío cambió varias veces de mano, pasando por las familias Quesada, Vega Jurado y un adinerado médico de Valladolid.
Ninguno lo habitó realmente hasta su abandono definitivo en la década de 1970, cuando el estigma de la finca ya se había extendido por toda la comarca.
Origen de la siniestra leyenda
Cuenta la macabra historia popular que tras la muerte del patriarca Heredia a finales del siglo XIX, comenzaron a reportarse desapariciones de jovencitas en los alrededores del Cortijo Jurado.
Sus cadáveres aparecían días o semanas más tarde flotando en el cercano Río Campanillas, mostrando señales de torturas y vejaciones rituales.
Las sospechas recayeron rápidamente sobre los nuevos amos de la propiedad, los herederos Heredia, a quienes se acusaba de importar perversas prácticas ocultistas desde Inglaterra y Francia gracias a sus influyentes contactos internacionales.
Los lugareños murmuraban que las víctimas eran raptadas mediante túneles subterráneos que comunicaban el caserío con el bosque, para luego ser conducidas a mazmorras secretas donde eran sometidas a horrorosos tormentos y sacrificios.
Estos macabros rumores se vieron alimentados en 1942 cuando Manuel Martín, un adolescente de 18 años, decidió colarse en los sótanos abandonados del cortijo como prueba de valor ante sus amigos.
Según relató después, en su intrépida incursión descubrió una cámara oculta con instrumentos de tortura y huesos humanos esparcidos por el suelo, por lo que huyó presa del pánico.
Pese a que nadie le creyó en su momento, Martín mantuvo incólume su escalofriante testimonio durante décadas, agregando verosimilitud a la tenebrosa leyenda que ya rodeaba por completo a la vieja finca malagueña.
Actividad paranormal
Como si su lúgubre historia no fuera suficiente, en las últimas décadas el Cortijo Jurado se ha convertido en un imán para aficionados a lo paranormal y cazadores de fenómenos psíquicos.
Y es que son innumerables los sucesos anómalos reportados en el lugar, desde manifestaciones fantasmales a psicofonías desconcertantes.
Otros relatan haber sido testigos de una siniestra silueta asomándose desde una de las torres justo antes del anochecer. También se habla de baterías que se descargan repentinamente, sensaciones físicas de angustia y desorientación espacial inexplicables.
Por si esto fuera poco, en el año 2000 un desafortunado equipo de filmación que intentaba rodar un cortometraje en la finca sufrió una seguidilla de trágicos contratiempos. Desde accidentes y lesiones graves hasta misteriosas desapariciones y fallas irreparables en el material audiovisual recabado.
Todo el proyecto naufragó envuelto en la mala suerte, realimentando la reputación maldita del Cortijo Jurado.
Esta fama de embrujado y maldito que rodea al caserío parece haber ahuyentado a potenciales compradores, y haber atraído más interesados en el morbo de su escalofriante historia que en adquirir realmente la propiedad.
Así, a pesar de haber estado tasado en hasta 16 millones de euros en el pasado, su valor se ha ido devaluando paulatinamente con el paso de los años debido a la falta de interés comercial.
De hecho, la última vez que el Cortijo Jurado salió a la venta en el mercado inmobiliario, su precio no superó los 12.4 millones de euros. Una cifra aún alta para los estándares locales, pero muy inferior a lo que llegó a pretenderse en el pasado por este inmueble supuestamente maldito.
Interrogantes históricos
Más allá de lo sobrenatural, lo cierto es que el caserío aún esconde algunos enigmas históricos sin resolver.
Por ejemplo, se sabe que durante la Guerra Civil española sirvió como improvisado hospital de campaña y prisión, donde muy probablemente tuvieron lugar fusilamientos sumarios.
También consta la existencia de túneles que conectaban el Cortijo Jurado con el cercano Cortijo Colmenares, propiedad de la familia Larios. Aunque actualmente han sido bloqueados, su función original sigue siendo un misterio.
Asimismo, documentos recientes sugieren vínculos masónicos y de sociedades secretas entre las elites malagueñas del siglo XIX.
¿Es posible que los Heredia y Larios compartieran intereses más allá de los puramente económicos? ¿Qué otras sombras aguardan still ser desenterradas de este enigmático rincón de la historia local?
Incluso en la actualidad el siniestro legado del Cortijo Jurado sigue inspirando nuevas manifestaciones artísticas. En 2022, alumnos de la Escuela Superior de Videojuegos (EVAD) crearon un videojuego de terror titulado "The Manor's Legacy", desarrollado por el estudio Octoforce Games.
En este juego, el protagonista debe adentrarse en una recreación digital del caserío para buscar a su hija desaparecida, enfrentando toda clase de fenómenos sobrenaturales en el camino. Un testimonio más de cómo la ominosa fama del Cortijo Jurado parece perpetuarse de generación en generación.
Por ahora, el paso de los años solo parece haber acrecentado el aura de misterio en torno al tenebroso Cortijo Jurado como escenario de antiguos crímenes históricos aún por esclarecer, así como de fenómenos paranormales contemporáneos que desafían cualquier explicación racional.
