Explora la historia de Mariana de la Candelaria, esclava mulata acusada de brujería en 1760 en San Luis Potosí, y las tensiones raciales y de género en la Nueva España.
Mariana de la Candelaria fue una mulata de 50 años, originaria de la hacienda de Santa Ana, en la sierra de Pinos, que fue procesada por brujería en 1760 en San Luis de Potosí. Su historia se desarrolla en un contexto social complejo, marcado por las tensiones raciales y de género en la Nueva España.
El contexto social
En la segunda mitad del siglo XVIII, la sociedad novohispana estaba compuesta por una mezcla de grupos étnicos, incluyendo españoles, indígenas, mestizos y mulatos.
Las relaciones entre estos grupos eran a menudo tensas, y las acusaciones de brujería se utilizaban como herramientas de control social y manifestaciones de rivalidades personales.
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Mariana, como mujer de color y parte de una comunidad marginada, se encontraba en una posición vulnerable dentro de esta jerarquía social.
La acusación y el proceso judicial
La acusación contra Mariana fue presentada por don José Ignacio de Quirós, el administrador de la hacienda de Guanamí, ubicada en el estado de San Luis Potosí, México, quien la acusó de ejercer la brujería.
Este proceso se inició tras un altercado en el que Mariana se peleó con la esposa de un trabajador indígena, Luis Hernández. Durante esta pelea, Luis le propinó un golpe, y posteriormente, él mismo afirmó haber sufrido una enfermedad que atribuía a la intervención de Mariana, quien supuestamente lo había maldecido.
El juicio de Mariana no solo expuso las tensiones personales, sino que también reflejó las percepciones sociales sobre la etnicidad y el género. Las mujeres como Mariana, que desafiaban las normas sociales establecidas, eran frecuentemente objeto de sospechas y acusaciones.
Su conocimiento de remedios y prácticas curativas, que incluían el uso de hierbas como el tabaco y el peyote, la colocaron en el centro de la atención negativa, ya que estas habilidades eran vistas con desconfianza por la sociedad dominante.
Las implicaciones de su caso
El caso de Mariana de la Candelaria es emblemático de las dinámicas de poder en la Nueva España.
Su procesamiento no solo fue un reflejo de las luchas de poder entre individuos, sino también de las estructuras sociales que oprimían a las mujeres y a las personas de color.
A través de su historia, se pueden observar las interacciones entre diferentes grupos sociales y las formas en que las creencias sobre la brujería eran utilizadas para mantener el control y la jerarquía en la sociedad.
Mariana fue un símbolo de las tensiones de su tiempo, y su historia nos permite entender mejor las complejidades de la vida en el México colonial, donde la brujería no solo era un tema de superstición, sino un medio para expresar y resolver conflictos sociales y personales.
¿Qué pruebas se utilizaron contra Mariana de la Candelaria en el juicio?
Las pruebas en su contra fueron diversas y reflejaron tanto la cultura popular de la época como las tensiones sociales. A continuación, te cuento las principales evidencias presentadas durante su juicio:
- Testimonios de testigos: La acusación inicial fue presentada (como dije más arriba, por don José Ignacio de Quirós, el administrador de la hacienda, quien alegó que Mariana había maldecido a Luis Hernández, un trabajador indígena. Luis afirmó que, tras un altercado con Mariana, había sufrido una enfermedad que atribuía a su intervención mágica.
- Muñecos y hechicería: Durante el juicio, se mencionó un muñeco que Mariana había confeccionado, el cual supuestamente contenía un hechizo. Mariana admitió haber hecho un muñeco secundario, pero argumentó que el muñeco principal, que era el verdadero causante del maleficio, había sido hecho por otras mujeres de la hacienda. Esto generó confusión y contradicciones en sus declaraciones, lo que complicó la comprensión de su papel en el supuesto acto de brujería.
- Hierbas y objetos en su posesión: En la revisión de su hogar, las autoridades encontraron algunas hierbas, como peyote y otras plantas asociadas con prácticas curativas, así como mechones de cabello. Estos elementos fueron considerados indicativos de su supuesta práctica de brujería, aunque no se encontró evidencia concluyente de un pacto con el diablo.
- Declaraciones de otros testigos: Un vaquero de la hacienda, Jacinto Justo, declaró que Mariana había realizado un ritual de curación, lo que también se interpretó como un indicio de su conexión con la brujería. Este tipo de testimonios reforzó la imagen de Mariana como una figura que desafiaba las normas sociales de su tiempo.
- Condiciones de su detención: Mariana intentó suicidarse en varias ocasiones durante su encarcelamiento, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas más severas, como la postura de grilletes para evitar que se hiciera daño. Su estado mental y emocional fue considerado en el contexto del juicio, aunque no sirvió como defensa ante las acusaciones.
¿Qué tipo de sanciones se impusieron a Mariana de la Candelaria?
Las sanciones impuestas a ella reflejan las dinámicas de poder y control social de la época en la Nueva España. Las sanciones incluyeron:
- Prisión: Mariana fue encarcelada durante el proceso judicial. Su detención fue severa, y se le impusieron medidas para evitar que se hiciera daño a sí misma, como el uso de grilletes.
- Castigo público: Las acusaciones de brujería no solo implicaban sanciones legales, sino también un castigo social. La comunidad utilizó el juicio como un medio para sancionar a Mariana por su comportamiento, que había sido considerado disruptivo dentro de la hacienda. Esto se tradujo en un rechazo social y una marginación que afectó su estatus en la comunidad.
- Estigmatización: La acusación de brujería llevó a que Mariana fuera vista como una amenaza a la moral y el orden social. Esta estigmatización tuvo consecuencias duraderas en su vida, afectando su reputación y la de su familia.
- Posible ejecución: Aunque no se especifica ni pude encontrar en esta investigación su fecha de muerte ni cómo dejó de existir, en muchos casos de acusaciones de brujería de la época, la pena podía incluir la ejecución. Sin embargo, el resultado específico del juicio de Mariana no se detalla en las fuentes disponibles.
Para terminar, si bien no se conocen los detalles precisos sobre la muerte de Mariana de la Candelaria, las posibilidades incluyen la ejecución, el encarcelamiento prolongado en condiciones duras o el destierro. La falta de registro en las fuentes históricas disponibles me impide asegurar qué fue de su existencia posterior.
Su caso ilustra la suerte lamentable que a menudo corrían especialmente las mujeres de grupos marginados, que eran acusadas de brujería en la Nueva España del siglo XVIII, por no cumplir con las reglas del patriarcado, por ser diferentes o por tener conocimientos que, no eran vistos como "gracia" por los hombres de la época, sino como un poder amenazante por no ser parte del cánon.
