La trágica saga de Helen Duncan: La última bruja condenada en Gran Bretaña

Helen Duncan
Helen Duncan | Revista Esotérica

Descubre la fascinante y controvertida historia de Helen Duncan, la médium escocesa que se convirtió en la última persona condenada bajo la Ley de Brujería británica en 1944.

La médium Helen Duncan: una figura controvertida

Victoria Helen McCrae Duncan, nacida el 25 de noviembre de 1897 en Callander, Escocia, se convirtió en una de las figuras más controvertidas en la historia de la parapsicología británica.

Conocida por sus supuestas habilidades mediúmnicas, Duncan ganó notoriedad por sus sesiones espiritistas en las que afirmaba comunicarse con los muertos y materializar ectoplasma.

El ascenso de Helen Duncan en el mundo del espiritismo


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Desde joven, Duncan mostró un interés por lo paranormal y comenzó a realizar sesiones espiritistas.

Su fama creció rápidamente en la década de 1930, atrayendo tanto a creyentes fervorosos como a escépticos decididos a desenmascarar sus supuestos poderes. 

El 1939, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el negocio de Duncan estaba prosperando.

En la bulliciosa Portsmouth, con su base naval siempre presente, un peculiar establecimiento vio la luz: el Centro Psíquico Master Temple (Master's Temple Church of Spiritual Healing). Ubicado en un segundo piso, sobre una farmacia, este lugar se convirtió en un refugio para marineros afligidos, ansiosos por encontrar consuelo en la comunicación con aquellos que habían perdido la vida en la cruenta guerra contra el nazismo.

Se dice que Duncan producía "ectoplasma" y materializaba espíritus, lo cual atrajo tanto admiración como escepticismo. Algunos testigos afirmaban haber visto figuras etéreas, mientras que los críticos argumentaban que usaba trucos de ilusionismo como gasas digeridas y utilización de máscararas.

La polémica sesión del HMS Barham

Uno de los eventos más controvertidos en la carrera de Duncan ocurrió en 1941, cuando supuestamente reveló el hundimiento secreto del acorazado HMS Barham (que se hundió con 862 personas a bordo) durante una sesión. Esta información, que aún no había sido hecha pública por el Almirantazgo británico, levantó sospechas sobre sus fuentes de información y la posibilidad de espionaje. El Gobierno británico no reconoció públicamente el hundimiento hasta enero de 1942.

El gobierno británico había implementado una estricta política de censura y control de la información. El lema "Loose lips sink ships" (Las lenguas sueltas hunden barcos) era común, enfatizando la importancia del secreto.

El juicio que hizo historia: Helen Duncan y la Ley de Brujería

En 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, Helen Duncan fue arrestada y juzgada bajo la Ley de Brujería de 1735. Este acontecimiento marcó un hito en la historia legal británica, ya que Duncan se convirtió en la última persona en ser condenada bajo esta antigua legislación.

Sorprendentemente, Duncan fue juzgada bajo esta antigua ley, lo que refleja la desesperación de las autoridades por silenciarla usando cualquier medio legal disponible.

A pesar de su condena bajo la Ley de Brujería de 1735, Helen Duncan no abandonó el espiritismo. Tras cumplir su sentencia de nueve meses, reanudó sus actividades como médium, lo que demuestra su dedicación y creencia en sus habilidades.

El legado de Helen Duncan en la parapsicología

A pesar de la controversia que la rodeó, Helen Duncan dejó una huella indeleble en el campo de la parapsicología. Su caso provocó debates sobre la libertad religiosa y la validez de las prácticas espiritistas, contribuyendo eventualmente a la derogación de la Ley de Brujería en 1951.

El juicio, en su vida personal, tuvo un efecto dual en la reputación de Duncan. Por un lado, la condenó como fraudulenta a los ojos de muchos escépticos y autoridades. Por otro lado, entre los creyentes en el espiritismo, se convirtió en una especie de mártir, lo que posiblemente aumentó su fama en ciertos círculos.

Después de su liberación, Duncan estuvo bajo la atenta mirada de las autoridades. Esto probablemente añadió estrés a su vida y pudo haber afectado la forma en que conducía sus sesiones. Cabe mencionar que el gobierno se preocupaba por mantener alta la moral de la población. Las sesiones de espiritismo de Duncan, donde supuestamente se comunicaba con soldados fallecidos, podrían haber sido vistas como perjudiciales para este objetivo, ya que los espíritus podrían revelar las atrocidades de la guerra o información sensible. 

La última gran bruja: mito y realidad

En 1956, la policía allanó una de sus sesiones en Nottingham. Aunque no fue arrestada en ese momento debido a su mala salud, el incidente tuvo un profundo impacto en ella.

Duncan murió poco después del allanamiento en Nottingham, el 6 de diciembre de 1956. Algunos de sus seguidores afirmaron que el estrés del allanamiento contribuyó a su muerte, aunque oficialmente se atribuyó a causas naturales.

Aunque se la conoce popularmente como "la última gran bruja de Gran Bretaña", es importante entender que este título es más una construcción mediática que una realidad histórica. Duncan era una médium y practicante del espiritismo, no una bruja en el sentido tradicional del término.

El caso de Helen Duncan sigue siendo objeto de estudio y debate entre historiadores, parapsicólogos y escépticos. Su historia nos recuerda la compleja relación entre la sociedad, la ley y las creencias paranormales, dejando un legado que continúa fascinando a las generaciones actuales.

La vida y el juicio de Helen Duncan continúan siendo temas de debate en los círculos espiritistas y entre los historiadores interesados en la historia del ocultismo en el siglo XX. Su caso sigue siendo citado en discusiones sobre libertad religiosa y la regulación de prácticas espirituales.

El caso de Helen Duncan ilustra cómo, en tiempos de guerra, las libertades civiles pueden verse severamente restringidas en nombre de la seguridad nacional. Este caso también refleja la tensión entre el pensamiento racional y las creencias esotéricas que persistían con gran fuerza en la sociedad británica de la época, y cómo el pánico de la guerra podía llevar a decisiones judiciales cuestionables.

Lamentablemente, la historia de Duncan es la historia de otra mujer, una madre de seis hijos, que asustó a la clase dirigente y lo pagó caro.

Angela Barraza

Periodista y escritora chilena. Fue panelista del programa VIGILANTES de La Red TV y del programa Combinación Clave de Radio La Clave.  

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