El misterioso lapislázuli es una piedra semipreciosa que ha fascinado a la humanidad durante milenios por su belleza y sus poderes sagrados.
El lapislázuli es una piedra semipreciosa de color azul intenso que ha sido utilizada y valorada por sus propiedades mágicas y curativas desde la antigüedad.
Conocida como la "piedra de la amistad", el lapislázuli es huna herramienta mágica que ha simbolizado la sabiduría y la verdad durante miles de años en muchas culturas alrededor del mundo.
Origen mítico del lapislázuli
Según la mitología hindú, el dios hindú Vishnu creó el lapislázuli de la esencia misma del cielo eterno. Se creía que su hermoso color azul profundo reflejaba la energía del cosmos infinito.
Síguenos en: 
Otras leyendas afirman que el lapislázuli fue formado de la ceniza de demonios derrotados por los dioses.
En la antigua Mesopotamia, el lapislázuli se asociaba estrechamente con la diosa Ishtar y el dios Asshur.
Los antiguos egipcios lo relacionaban con la diosa Hathor, mientras que los mayas lo vinculaban con su dios del cielo, con la realeza y con el sacrificio.
Propiedades físicas y químicas
La palabra "lapislázuli" significa "piedra azul" en latín. Deriva su color característico de la presencia de azufre y otros minerales. Suele contener inclusiones de pirita de color dorado (un sulfuro de hierro también conocido como "oro de los tontos") que le dan un aspecto centelleante único.
El lapislázuli contiene los siguientes minerales:
- Lazurita, el componente principal que le da el color azul.
- Calcita, un carbonato de calcio que suele dar un tono blanquecino.
- Pirita, el sulfuro de hierro antes mencionado.
- Sodalita, un silicato de sodio y aluminio que puede aportar un tono azul más claro.
Al igual que muchas otras gemas, el lapislázuli se extrae en minas y luego se pule y talla para hacer joyería y otros adornos. Los depósitos más importantes de lapislázuli se encuentran en Afganistán, Chile, Estados Unidos y Rusia.
Uso histórico en joyería y adornos
Desde la antigüedad, el lapislázuli se ha utilizado para confeccionar joyas, objetos ornamentales y amuletos por sus cualidades mágicas.
Los arqueólogos han descubierto cuentas, sellos, anillos, estatuillas y vasijas de lapislázuli en tumbas y yacimientos de la antigua China, Egipto, Mesopotamia, Persia y más.
En la civilización del antiguo Egipto, se pensaba que el lapislázuli poseía los poderes del cielo.
Se han encontrado escarabajos tallados en esta piedra colocados como amuletos protectores en las tumbas de los faraones egipcios. El más famoso es el escarabajo de corazón del faraón Tutankamon.
Otra pieza de joyería histórica notable es el estandarte de Ur, decorado con mosaicos de lapislázuli, conchas y cornalina.
Este artefacto sumerio tiene unos 4500 años de antigüedad. En la India y Tíbet, el lapislázuli sigue siendo una gema sagrada asociada a la deidad hindú Krishna.
Propiedades mágicas y energéticas
Además de su belleza como gema ornamental, el lapislázuli se ha valorado por sus poderes místicos para la sanación y la protección. Se cree que activa la glándula pineal, asiento de la intuición y la conciencia superior.
A nivel energético, se dice que el lapislázuli tiene un efecto equilibrante y armonizador sobre el cuerpo y la mente. Promueve la claridad mental, el hablar con la verdad, la expresión creativa y la concentración. Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión.
Los antiguos egipcios lo usaban como símbolo de devoción al dios Horus para invocar iluminación y sabiduría. En la Edad Media, se creía que protegía contra el mal de ojo, la brujería y los espíritus.
Propiedades curativas y terapéuticas
El lapislázuli ha sido utilizado para sanar diversas dolencias tanto en medicina tradicional como en cristaloterapia. Sus propiedades curativas más destacadas son:
- Fortalece el sistema inmune.
- Mejora los problemas de tiroides y laringe.
- Alivia migrañas y dolores de cabeza.
- Reduce inflamación e hinchazón.
- Calma sarpullidos, eczemas y acné.
- Equilibra la presión arterial alta o baja
- Estimula la memoria y la vitalidad mental.
- Aporta alivio emocional en desórdenes como depresión, ansiedad y estrés post-traumático.
Para aprovechar estas propiedades, el lapislázuli se puede llevar como joya sobre la piel. También se vende en formas como piedras de masaje, esencias vibratorias y elixires para beber. Realizar meditaciones sosteniendo lapislázuli ayuda a conectar con su energía especial.
Contraindicaciones y precauciones
A pesar de sus beneficios, hay que usar el lapislázuli con cuidado ya que contiene azufre y otros minerales que podrían causar reacciones alérgicas en ciertas personas.
Se recomienda comprar sólo de proveedores confiables y evitar las imitaciones baratas que abundan en el mercado. También hay que limpiar y energizar el lapislázuli regularmente, especialmente si se trata de una joya usada o heredada.
